Restos arquitectónicos Caral
La ciudad estaba dividida en seis volúmenes piramidales, rodeados de grandes viviendas y otras zonas aledañas, con casas de diversos tamaños y estructuras, que al parecer pertenecían al pueblo. Las mansiones más importantes eran de piedra asentadas con argamasa de barro y mezcladas con fibras vegetales, y las más modestas eran de totora y barro.
Entre los monumentos más importantes destacan el Templo del Anfiteatro, en la zona baja de Caral, un recinto que contiene una gran plaza circular, con graderías, una pirámide y una vivienda de elite. Aquí se encuentra el Altar del Fuego Sagrado, bautizado así porque en el centro hay un gran fogón que al parecer servía para rituales llevados a cabo por algún sacerdote o autoridad importante.
Si bien es prematuro decir cuantos habitantes tuvo Caral, Shady cree que su número no fue menor de 3 mil. “Era una población muy religiosa. En cada barrio había un templo de forma piramidal. Y las casas tenían recintos para fogones”.
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